Internacionalización de la
empresa española, más que una opción, una obligación
La internacionalización de la empresa
española ha dejado de ser una opción para convertirse, en plena crisis
económica, en una obligación. Así lo cree al menos Jordi Díaz, director de
programas y relaciones internacionales de la Escuela de Alta Dirección y Administración
(EADA).
Tanto es así que cada vez más los proyectos finales
presentados por los alumnos de esta escuela de negocios barcelonesa, principalmente
los dirigidos a equipos directivos, presentan planes estratégicos que
incorporan el concepto internacional
como elemento central.
Sin embargo, internacionalizar
una empresa no es, simplemente, vender en el extranjero. En este sentido,
aunque es común relacionar la palabra internacionalización
con las ventas al exterior, el
directivo de EADA cree que ésta es una lectura insuficiente.
Internacionalizar supone, incorporar el
componente internacional en toda la
cadena de valor. Se internacionalizan
las ventas, las compras, la producción, las redes comerciales y de distribución
y las personas, tratando de conseguir el mejor talento, independientemente del
lugar donde se encuentre.
Pymes internacionales
En cuanto a qué empresas deberían afrontar un
proceso de internacionalización,
Jordi Díaz cree que las pequeñas y medianas empresas pueden y deben hacerlo,
aunque, en la actualidad, son las grandes empresas las que realmente están internacionalizadas.
Según estudios recientes, aproximadamente una
cuarta parte de las pymes están internacionalizadas, lo que demuestra,
en opinión de Díaz, que queda un gran camino por recorrer en este aspecto. Las
principales causas de esta escasa internacionalización hay que buscarlas en la
inexistencia de un producto o servicio realmente competitivo para otros
mercados, la falta de recursos económicos para iniciar este camino, el
desconocimiento de mercados con potencial y la escasa formación del personal en
este ámbito.
Hasta hace relativamente poco las políticas de internacionalización han ido
principalmente dirigidas a empresas industriales, productoras de bienes y
destinadas, principalmente, a promover misiones comerciales a ferias o
facilitar el acceso a la financiación.
Según un informe de la Comisión Europea ,
este tipo de medidas de apoyo a empresas industriales y de manufactura suponen
todavía un 70% de los programas de apoyo a la internacionalización a escala mundial. En la actualidad, debido a
las nuevas tecnologías y a la mejora de los sistemas de comunicación y de transporte,
el avance en el ámbito de servicios está siendo muy destacado.
Díaz recuerda que en materia de internacionalización, la propia
institución a la que representa, EADA, es un ejemplo claro de haber emprendido
hace más de una década un proceso de salida
al exterior. De hecho su negocio ya está más fuera que dentro del país.
“Nuestra facturación internacional supera la nacional. Ahora, nosotros no somos internacionales solo por las cifras.
Nuestra institución ha integrado el concepto internacional en toda la organización, desde nuestro órgano de
gobierno, el patronato, hasta nuestros participantes, más de 80% internacionales, profesores, 50% internacionales, o el grupo de empresas
a las que damos servicio y acompañamos en más de 40 países.
Por:
Recursos Humanos RRHH Press